Primer paso: Dividí la mezcla en cuatro tarteleteras pequeñas. Las dejé enfriar.
Segundo paso: Rellené las capas alternando dulce de leche con crema, y las apilé. Quedó bastante cómico como se inclinaba, como la Torre de Pisa.
Tercer paso: Bañé la torta con chocolate. Costó un poco emparejarlo con todas sus imperfecciones, pero lo logré! (mas o menos, jeje!).
Cuarto paso: Lo decoré con grageas e hice una flor con gomitas. En fin, quedó interesante.
Ahora, a probar!
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